Por desgracia para todos, las vacaciones tienen un fin. Esto consigue despertar en la mayoría de nosotros todo un cúmulo de sensaciones que terminan dando lugar a sentimientos y actitudes apáticas, sensación de malestar, agotamiento físico, rabia, impotencia… ¿te suena de algo?
En este post vamos a tratar de resumir los síntomas de este conocido bajón postvacacional y te daremos unos cuantos consejos para que consigas evitarlo, ¿quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
Índice
Síndrome postvacacional, ¿realidad o ficción?
Son muchos los expertos que ponen en duda la existencia de este síndrome o su catalogación como tal, pero cuestiones a parte lo que es innegable es la cantidad de personas que se ven afectadas por sus síntomas cada año tras su vuelta a la rutina. La operación retorno puede hacerse demasiado cuesta arriba, especialmente para las mujeres quienes se ha demostrado que son sus principales víctimas, probablemente debido al hecho de que son quienes por norma general asumen una mayor carga de trabajo dividida entre sus responsabilidades dentro y fuera de su entorno laboral.
Este hecho es lo que lleva a gran cantidad de especialistas a tipificar como síndrome a esta extendida depresión postvacacional que altera nuestra estabilidad física y psicológica al retomar nuestro ritmo de vida y poner fin a nuestros días de descanso.
Síntomas más comunes del síndrome postvacacional
Los síntomas que caracterizan a esta “depresión postvacacional” suelen durar entre 2 días y 2-3 semanas, dependiendo de la persona y su situación personal. Se estima que este es el tiempo que nuestro cuerpo tarda en asimilar de nuevo nuestra antigua rutina. Verse afectado durante un periodo de tiempo mayor al mencionado podría indicar que este bajón ha derivado en patologías más severas que deberían ser tratadas por un especialista. Si este es tu caso, no dudes en ponerte en contacto con uno de ellos.
Entre los síntomas más comunes encontramos:
Síntomas psicológicos del síndrome post vacacional
- Ansiedad.
- Estrés.
- Cambios de humor.
- Apatía.
- Falta de autoestima.
- Ira.
Síntomas físicos del síndrome post vacacional
- Fatiga o cansancio excesivo.
- Insomnio.
- Problemas gastrointestinales: como la acumulación de gases, gastritis o dolores estomacales.
- Palpitaciones.
- Dolor muscular.
- Falta o exceso de apetito.
Consejos para evitar el síndrome postvacacional
Los mejores consejos en estos casos pueden resultar ser los más obvios, pero cumplirlos mejorará la forma en que afrontas y te adaptas a la “realidad” que te espera tras las vacaciones:
- Volver antes de las vacaciones: es recomendable regresar dos o tres días antes para ir aclimatándose de nuevo a la rutina y asimilar el cambio sin que se produzca un choque demasiado abrupto con la realidad. Debemos recordar que nuestro cuerpo necesita varios días para acostumbrarse a una rutina.
- Adaptarse gradualmente a la rutina laboral: no debes saturarte desde el primer día, aprovecha al máximo en la medida de lo posible las primeras horas para ponerte al día con aquellas actividades que sean más de tu agrado así podrás ir poniéndote a tono más cómodamente a tu regreso a la oficina.
- Sobreponerse a los cambios de horarios: establecer una rutina de sueño, comida y descanso te ayudará en el proceso. Estas rutinas no tienen por qué implantarse de golpe, sino que puedes aprovechar los días previos a tu regreso al trabajo para incorporarlas de manera gradual.
- Conservar ciertos hábitos veraniegos: aunque haya ciertas actividades que no nos va a quedar otra que abandonar, siempre podemos mantener ciertos hábitos que nos permitan hacer esta transición mucho más llevadera como aprovechar la salida del trabajo para exprimir al máximo las horas de “terraceo” con amigos, ir a la piscina, a la playa o hacer alguna que otra escapada de fin de semana.
- Proponerse nuevos retos o actividades: esto te ayudará a replantearte tu manera de concebir la vuelta al trabajo. Apuntarte a esa actividad para la que antes nunca encontrabas tiempo o la posibilidad de adquirir nuevas habilidades te ayudará a afrontar el regreso con mayor ilusión, dejando de lado los pensamientos derrotistas que caracterizan a estas fechas.
- Hacer deporte: retomar la rutina de ejercicio no solo te ayudará a recuperar la forma física que tenías antes de todos los excesos, pinchos y cervezas que se han ido acumulando a lo largo del año sino que también te ayudará a combatir todo el estrés y la ansiedad que provoca este síndrome. Y en caso de que antes no lo hicieras ya sabes cuál debe convertirse en tu nuevo reto postvacacional.
- Afronta tu regreso con una actitud positiva: si algo podemos extraer de todos los estudios realizados por especialistas en salud mental y laboral es que lo que no se acepta se enquista y el hecho de que lo que queremos, sentimos y hacemos se vea enfrentado afecta gravemente a cómo nos sentimos y favorece la aparición de trastornos mentales como la ansiedad o la depresión. Así que si queremos evitarlos debemos hacer un esfuerzo y combatir los pensamientos tóxicos o intrusivos propios de la vuelta a la rutina que puedan perturbar nuestra estabilidad emocional.
- No autoexigirse demasiado: otro de los grandes problemas a los que nos enfrentamos al regresar a nuestro puesto de trabajo es precisamente nuestra propia autoexigencia y el querer mostrarnos como profesionales perfectos de cara a los demás. Esta situación por mucho que creamos no nos favorece en absoluto, más bien al contrario ya que puede llevarte a situaciones de bloqueo, apatía, rabia… Nadie es perfecto y es normal que al volver podamos sentirnos más torpes, con menos capacidad de concentración o menos productivos, no es necesario que te castigues por ello. Acéptalo y trata de superarte a medida que vas adaptándote de nuevo al ritmo y a la carga de trabajo que te esperarán a diario.
Y tú, ¿alguna vez te has enfrentado a este temido síndrome? ¿Cuáles son tus herramientas para superarlo? Síguenos en redes sociales y compártelas con nosotros 🙂