¿Qué es el Thinking Based Learning?
El aprendizaje basado en el pensamiento o Thinking Based Learning (TBL) es una de las metodologías de enseñanza activa más conocidas y empleadas del momento.
Después de decir esto te preguntarás que la convierte en una metodología tan destacada, aquí te lo explicamos ⮯
¿En qué consiste el aprendizaje basado en el pensamiento?
Esta metodología recoge la idea de que aprender no es memorizar, como la enseñanza tradicional nos sugiere; busca que el alumno forme parte activa de su propio proceso de aprendizaje y empiece a convertir toda esa información que tiene a su alcance en conocimiento. Es decir, que sea capaz de asimilarla, razonar en base a ella, analizar y relacionar los conceptos… de forma que no se quede en una simple teoría que debe aprenderse y que pueda utilizar esta base en el futuro.
Por eso hablamos de enseñanza activa, ya que el alumno pasa de ser un sujeto pasivo que se limita a escuchar, leer y memorizar conceptos a tomar un papel más activo siendo él mismo el que tome la iniciativa y se convierta en el centro de su aprendizaje. Esto hace que el alumno se sienta más involucrado, deba ser más participativo y, por lo tanto, esté más motivado y se involucre más en sus asignaturas, además de convertirlo en alguien más autónomo y con capacidad para tomar sus propias decisiones, siguiendo un pensamiento racional y crítico sin dejar de lado su creatividad y sin obviar lo que le dicta su inteligencia emocional.
En definitiva, podríamos decir que esta metodología se basa en que el alumno consiga aprender a pensar por sí mismo, sepa cómo potenciar sus capacidades y utilice todas las asignaturas y conceptos que debe asimilar a lo largo de su etapa estudiantil para formarse a nivel profesional y personal.
Cómo aplicar el aprendizaje basado en el pensamiento en el aula
Existen diferentes instrumentos con los que introducir esta metodología en tus clases, uno de ellos (y quizá el más empleado) son los organizadores gráficos de pensamiento con los que mostrarás a tus alumnos cómo distribuir conceptos de forma que les permita estructurar y reflexionar sobre una idea de manera atractiva y visual. Otros recursos que puedes utilizar son los grupos cooperativos o los foros de discusión.
Recuerda, el límite a la hora de establecer actividades según el Thinking Based Learning lo pones tú, pero estas siempre deberán estar enfocadas a que tus alumnos aprendan analizando, reflexionando, argumentando, relacionando, contrastando, clasificando y, en resumen, desarrollen su propio criterio y su creatividad.
Ejemplos de Think Based Learning
A la hora de buscar instaurar este modelo con estudiantes podemos encontrar dificultades. Por ello, hemos preparado dos ejemplos sencillos sobre ejercicios que aplican el TBL:
Debate sobre un tema controvertido
Aplicable a cualquier materia o asignatura, las charlas sobre un tema concreto son ejemplos sencillos y prácticos. Dividir a una clase en grupos, para que preparen argumentos a favor y en contra sobre una temática que deban presentar a sus compañeros, disparará sus capacidades de pensamiento crítico.
Reacción a un estímulo
Otro ejercicio de gran efectividad es la reacción a un video, una imagen, o una teoría o cita. Por ejemplo, reproducir un video sobre un tema polémico y pedir a los alumnos que de forma individual escriban sus pensamientos y reacción. Obligarles a encontrar su punto propio e individual de vista fomenta de nuevo el pensamiento crítico.
Robert Swartz, inventor del aprendizaje basado en el pensamiento
El inventor de esta teoría es el estadounidense Robert Swartz, nacido en 1938. Se tituló como educador y psicólogo y dedicó su vida a investigar y promover el pensamiento crítico como piedra angular de la educación, mediante teorías, estrategias y métodos.
Su teoría del Think-Based Learning se basa en la premisa de que los estudiantes deben aprender a pensar de manera activa y deliberada en lugar de recibir información y estudiarla sin reflexionar sobre ella.