Andrés Esgueva, de las pistas de Hockey a las cocinas de un estrella Michelín

La cocina le venía de familia, pero fue una lesión de rodilla la que le hizo cambiar los palos y los cascos de Hockey por las sartenes y cuchillos de un estrella Michelín. La de Andrés Esgueva es una historia de las de que uno le gusta ver en la gran pantalla. De no tirar la toalla, de no bajar los brazos y levantarse a pesar de todo. “Todas las tardes entrenaba, mis estudios eran deportivos, mis amigos eran del equipo”, pero “tuve que cambiar por completo mi vida, buscarme un hobby”, explicó Andrés.

Un giro de 180 grados en su vida que lo llevo a descubrir la Formación Profesional en Aspasia y con ello su nueva pasión, la cocina. Comenzó entonces su aventura estudiante en el Grado Superior de Dirección de Cocina en la Escuela Alcazarén. “Decidí optar por Alcazarén porque me brindaban la oportunidad de compaginar mis estudios con mi carrera profesional”, remarcó Andrés en una entrevista en la Cadena SER.

“En Alcazarén te ofrecen un ejemplo de lo que es la vida real de una cocina, te muestran esa presión de ver que alguien paga por comer ahí y tienes que sacar tu trabajo de la mejor manera es muy importante”, señaló Andrés sobre la oportunidad que tienes los alumnos de Alcazarén de contar con un servicio de restaurante propio.

Con los conocimientos adquiridos y las ganas de hacerlo lo mejor posible legó su gran oportunidad, el Le Cordon Bleu llegó a su puerta, y con el apoyó de Alcazarén detrás logró llegar a la final de este prestigioso concurso culinario. “Tuve el apoyo del centro siempre, cualquier duda que tenía se lo podía preguntar a mis profesores y tutores” y parece que “el trabajo es de una persona, pero es de un equipo y ellos siempre estuvieron detrás”, explicó.

Un esfuerzo y una constancia en sus estudios que lo llevaron a dar le gran paso y formar parte del equipo de todo un estrella Michelín como es Ambivium. “Tienes que esforzarte día a día, pero la clave reside en trabajar duro”, afirmó Andrés.

Ahora toca seguir trabajando, pero la meta Andrés la tiene clara: llegar a construir en su tierra su propio restaurante con el apoyo de sus familiares