BREVE HISTORIA Y DESCRIPCIÓN DE LA EMPRESA
El CIFP Virgen del Buen Suceso es una escuela de formación profesional que cuenta con más de 50 años de historia. El centro, ubicado en La Robla (León), se inauguró en el año 1965. Su construcción surgió a raíz de la expansión económica e industrial experimentada en la zona durante la década de los años 60. En 2020, gracias a un acuerdo colaborativo con Alfa Formación, la entidad se incorpora al conjunto de empresas que componen el Grupo Aspasia.
El centro Virgen del Buen Suceso es un referente en la formación profesional técnica en la provincia de León. Cuenta con más de 50 años de experiencia en la impartición de ciclos de grado medio y superior. En la actualidad su catálogo está compuesto por:
- Grado Medio en sistemas microinformáticos y redes
- Grado Medio en instalaciones eléctricas y automáticas
- Grado Medio en soldadura y calderería
- Grado Superior en construcciones metálicas
Además, desde su inclusión en el Grupo Aspasia, el CIFP Virgen del Buen Suceso también cuenta con una amplia oferta de cursos subvencionados.
Para la impartición de sus cursos, la Virgen del Buen Suceso cuenta con unas magníficas instalaciones. Más de 55.000 metros cuadrados equipados con lo último en maquinaria y tecnología para que la experiencia formativa de los alumnos sea la mejor posible. Dentro de esta infraestructura destacan los siguientes espacios:
- Dos talleres de soldadura.
- Un taller de mecanizado.
- Un taller de electricidad.
- Un laboratorio.
- Dos bibliotecas.
- Un aula de dibujo.
- Un aula técnica.
- Más de 10 aulas de estudio.
- Una cafetería.
- Un comedor con cocina industrial.
LEGADO CULTURAL
Además, la escuela también cuenta con una de las colecciones de minerales más importantes de Europa (debido a la ubicación en zona minera en la que se encuentra) y la mayor colección de obras de arte de José Vela Zanetti del mundo.
En este sentido la Virgen del Buen suceso también cuenta con una mina-escuela que simula una planta minera real y tiene más de 300 metros de galerías situadas a cinco metros de profundidad. Esta mina fue el origen del centro formativo. Durante las décadas de los 60 y 70 se empleó para formar a futuros mineros y entorno a ella se fueron construyendo el resto de instalaciones que existen a día de hoy. Una vez se abandonó la actividad formativa, la mina pasó a ser útil para la realización prácticas topográficas por parte de los alumnos de la Escuela Minera de León. Actualmente es una visita muy atractiva para todo aquél que quiera conocer la historia de la minería leonesa.
