¿Qué es la educación emocional?
Últimamente el concepto de educación emocional es un término muy nombrado en el ámbito de la educación. Pero, ¿Qué significa exactamente?
“La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitarle para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social”
Rafael Bisquerra
Pues bien, el desarrollo y conocimiento de nuestras emociones es algo fundamental en la vida. Las emociones conforman nuestra personalidad. Por esto desarrollar las emociones en el ámbito educativo es imprescindible.
Dentro de este tipo de educación se encuentra una rama de aprendizaje que conocemos por inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad de empatizar con las emociones de nuestro entorno y las personas cercanas que nos rodean. La educación emocional es la metodología a través de la cual podemos adquirir los conocimientos necesarios para trabajar nuestra inteligencia emocional.
¿Qué se quiere conseguir con este tipo de educación?
Como todo método de enseñanza, este tipo de educación propone unos objetivos que quiere que los alumnos lleguen a alcanzar. Dependiendo del enfoque que se dé a la educación emocional, la finalidad cambiará. Como objetivos generales podemos definir los siguientes:
- Reconocer y entender las emociones propias y ajenas.
- Desarrollar la capacidad de medir el uso de las propias emociones según la situación de cada momento. Hay que saber controlar como utilizar las emociones en el momento idóneo.
- Conocerse a sí mismo, valorar las cualidades tanto positivas y negativas y aprovecharlas para desarrollar el crecimiento personal.
- Mejorar las habilidades sociales, para el bien tanto propio como de las personas de alrededor.
Estrategias para desarrollar la educación emocional
Para llevar a cabo el desarrollo de las emociones en la educación podemos poner en práctica algunas de estrategias:
- Ponernos de ejemplo: Cuando intentas enseñar una forma de comportarse a alguien no será fácil que lo aprenda si tú haces lo contrario. Es como intentar transmitir tranquilidad estando nervioso. Por eso debemos reflejar una conducta propia de control de las emociones.
- Desarrollar ejercicios de interacción: El juego es el mejor método para conseguir la interacción y el aprendizaje libre entre personas. Jugando, además, pones a prueba las enseñanzas aprendidas en relación a la educación emocional y mejoras la gestión de las mismas a través de las relaciones sociales.
- Trabajar la comunicación: Dialogar con los alumnos, hacerles preguntas, conseguir que razonen, etc. es algo fundamental en su educación. Debemos permitir que estos expresen libremente su opinión y sus sentimientos.
- Enseñar a identificar las emociones: Reconocer las emociones es un proceso muy complicado que se afianzará a medida que pasen los años. Para poner esta técnica en práctica lo ideal es poner ejemplos de situaciones para que los alumnos y alumnas se planteen cómo reaccionarían. Otro método podría ser a través de fotografías o películas que representen emociones donde puedan observar cosas que les hagan sentirse identificados.
Inteligencia emocional en el aula
La inteligencia emocional en el aula consiste en el desarrollo de las habilidades emocionales de los estudiantes, tanto a nivel individual como grupal. Se trata de enseñar a los alumnos a reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones, así como a entender las emociones de los demás. Los componentes principales son:
- Autoconocimiento: Es la capacidad de reconocer las propias emociones, fortalezas y debilidades.
- Autorregulación: Es la capacidad de controlar las propias emociones y comportamientos.
- Motivación: Es la capacidad de perseverar en el esfuerzo y alcanzar los objetivos.
- Empatía: Es la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones.
- Habilidades sociales: Son las habilidades necesarias para interactuar de manera efectiva con los demás.