En español más conocida como “lluvia de ideas” o “tormenta de ideas”, esta técnica creativa busca encontrar nuevas ideas o solventar una problemática concreta mediante la puesta en común de ideas por parte de todos los integrantes del equipo.
A través de un brainstorming se busca que todos los participantes puedan exponer libremente una gran cantidad de ideas o, incluso, que puedan mejorar las ya expuestas, eso sí, siempre aportando opiniones libres de cualquier juicio.
Todas las opiniones son válidas en una primera fase y deberán ser apuntadas, ya sea en una pizarra o en un folio (tarea que deberá realizar aquel que sea designado moderador).
En una segunda fase se llevará a cabo un cribado de ideas por parte de todos los participantes, para quedarse tan solo con aquellas ideas que resulten mejor valoradas por el grupo.
Finalmente, después de un largo debate y cribado, se determinará cual será la idea ganadora.
Debido a su versatilidad y a su gran potencial puede emplearse en múltiples campos y disciplinas, ya sea en educación, investigación, publicidad, marketing, a la hora de plantear una nueva línea de negocio o un nuevo producto por parte de la directiva, etcétera.