Es una metodología innovadora diseñada para gestionar los procesos de una empresa.
El fin de esta metodología es eliminar todos aquellos procesos o actividades que no aporten realmente valor a la empresa para así no solo reducir tiempos y costes para la misma, sino también para mejorar la experiencia de los clientes.
Para conseguir su objetivo trata de utilizar al máximo todos los recursos de los que ya dispone, evitando desperdicios, y de centrarse en cómo mejorar constantemente sus procesos productivos y productos para mantener un standard de calidad a lo largo del tiempo.
De ahí que también sea conocido como Método Lean Startup, siempre persigue la innovación y la manera de reinventar la empresa para que sea más eficaz.
Para conseguirlo debes seguir los siguientes pasos:
Analizarlos te ayudará a comprobar qué procesos se llevan a cabo en cada departamento y cómo pueden mejorarse. Este análisis puede dividirse a su vez en otros tres pasos:
Ya conocemos los procesos que se pueden mejorar dentro de la empresa, así que el siguiente paso sería establecer:
Involucrar a proveedores, clientes, trabajadores o inversores de forma activa en el proyecto te ayudará a ver deficiencias o aspectos a mejorar que probablemente no habrías visto por tu cuenta. Recuerda que cuántas más personas estén involucradas más y mejores ideas obtendrás como resultado. Además, ellos mejor que nadie son conocedores tanto del funcionamiento y necesidades de la empresa como de la manera en que se relaciona con su entorno.
Comienza aplicándolo en procesos más sencillos y ve introduciéndolo poco a poco en otros más complejos.
Debes llevar a cabo una monitorización y un seguimiento continuos para que sea realmente efectivo y puedas detectar problemas a tiempo y solucionarlos con la máxima rapidez posible.
Este seguimiento debe contar con los siguientes apartados: