La definición de Outplacement más acertada es servicio de recolocación de plantillas. Su objetivo es la reinserción laboral de las personas en el menor tiempo posible, en un puesto que encaje con su perfil profesional.
Este tipo de técnicas son cada vez más demandadas por las empresas quienes ven en ellas un aliado, pues no se encargan únicamente de reubicar al personal según sus características, aspiraciones y perfil profesional; también les ofrecen apoyo psicológico, un servicio cada vez más importante, sobre todo en momentos de tanta incertidumbre como lo es el actual.
El origen del outplacement se remonta a mediados de la década de los 40, donde, tras la guerra, era necesario habilitar y colocar a los miles de soldados que regresaban del campo de batalla.
El concepto de outplacement comenzó a desarrollarse y, en los 70, se extendió a Europa, donde las consultoras que ofrecían este servicio de recursos humanos se popularizaron.
El servicio de outplacement puede resumir sus campos de actuación en:
Para llevar a cabo este proceso de inserción o colocación es necesario establecer un procedimiento.
Debe existir un programa que ofrezca ayuda individual en cada fase para que la persona afectada esté acompañada durante el transcurso.
En primer lugar se necesita una evaluación de los datos laborales y competencias del sujeto. Tras esto, se piensan en las alternativas que mejor encajan con su perfil. Después de estudiar la mejor opción, se planifica el proceso en varios pasos. Finalmente se realiza un seguimiento hasta que la recolocación se complete.
Es necesario un compromiso total con la ayuda que debe darse a la persona implicada en todos los niveles.
Para los trabajadores este tipo de servicios traen consigo múltiples ventajas como la asistencia y respaldo psicológico y emocional cuando más lo necesitan, ya que este tipo de situaciones suele desembocar en crisis personales.
Y, además, les proporcionan alternativas y soluciones para reorientar su situación y trayectoria laboral, adaptándose a las necesidades y oportunidades que ofrece el mercado laboral.
Por lo tanto, dejan de sentirse a la deriva profesional y sin esperanzas de futuro.
Mientras que para la empresa contratante encontraríamos que este tipo de servicios le ayuda a mantener y proporcionar una imagen positiva sobre ella tanto de cara a su propia plantilla como a su entorno, pues ha mostrado interés, preocupación por el bienestar de aquellos que han dejado de formar parte de su plantilla.
Esto favorece la tranquilidad, el bienestar y un buen clima de trabajo entre los trabajadores de la empresa e incluso una visión positiva que incentive a sus consumidores finales.
Imaginemos que un grupo de 10 personas trabajan en una fábrica que, por razones económicas, se ve obligada a cerrar, dejando a esas diez personas sin empleo.
La empresa de outplacement ayudaría a estas personas, evaluando sus perfiles, a buscar un nuevo trabajo con un proceso de reinserción.
Desde ayudas para preparar un currículum competitivo o las entrevistas, hasta asesoramiento, ayuda psicológica, presentación de nuevos puestos de empleo, etc.
Es un servicio cada vez más valorado tanto por empresas como por empleados y la sociedad en general. Son tantos sus beneficios que está cada vez más extendido y, probablemente, en un futuro no muy lejano todas las entidades adquieran este servicio y esté mucho más integrado en ellas.