Trabajar y estudiar a la vez, ¿un reto imposible o un mundo lleno de posibilidades?
Muchos estudiantes se plantean la posibilidad de empezar a trabajar mientras finalizan su formación y, de manera paralela, cada vez más trabajadores desean retomar sus estudios para reciclarse, acceder a mejores puestos o buscar nuevos caminos profesionales.
Sea cual sea tu caso, está claro que estudiar y trabajar no siempre es fácil, ya que requiere un esfuerzo de tiempo extra.
Sin embargo, tampoco es imposible si tienes claros tus objetivos, te comprometes, organizas bien tu tiempo y apuestas por una formación profesional¿Qué es la Formación Profesional?La formación profesional busca capacitar a sus alumnos para el desempeño de una actividad profesional concreta,… que encaje con tus necesidades.
¿Cómo estudiar y trabajar a la vez?
El tiempo es uno de los principales obstáculos para estudiar y trabajar a la vez: el día tiene 24 horas (eso no va a cambiar) y trabajar, estudiar y dormir supondrán una buena parte de tu jornada.
Lo primero que tienes que hacer es organizar tu tiempo y priorizar aquellas actividades que realmente sean valiosas para ti.
Si quieres, puedes llevar una agenda diaria o semanal con un planning detallado por actividades y tiempo que dedicarás a cada una de ellas.
Por supuesto pueden surgir imprevistos, pero ajustarte lo máximo será un buen comienzo.
También conviene que establezcas un buen equilibrio entre cuerpo y mente (ya sabes, «mens sana in corpore sano»).
¿Qué quiere decir esto? Pues, básicamente, que organices tus tareas según el momento del día en el que estés más activo.
En tus momentos con la mente más despejada, conviene que aproveches para hacer trabajos que requieren más esfuerzo mental o que te resulten más tediosos.
Por el contrario, en las franjas horarias en las que tu rendimiento mental baja, puedes planificar actividades deportivas.
En todo caso, lo importante es aprovechar el tiempo, así que, si ves que una actividad te cuesta más de lo normal, déjala y pasa a otra.
Además, conviene que cuando tomes la decisión de estudiar y trabajar seas realista: es poco probable que seas el empleado perfecto o el primero de tu clase, y es normal que tardes más en concluir tus estudios y que no te prepares todos los exámenes tan bien como quisieras.
Esto no debe suponer un problema, aunque, si buscas los mejores resultados, debes elegir las opciones que mejor te permitan compatibilizar tu sector de trabajo y tus estudios.
Por ejemplo, puedes decantarte por un trabajo freelance o matricularte en un curso a distancia.
Así, evitarás los desplazamientos (con el consiguiente ahorro de tiempo), ganarás calidad de vida y podrás cumplir los objetivos que te hayas marcado.
5 consejos para estudiar y trabajar a la vez
¿Te preguntas cómo estudiar y trabajar a la vez y no «morir» en el intento?
A continuación te damos algunos tips que pueden resultarte muy útiles.
1. Valora cuánto tiempo puedes dedicar a cada actividad
La clave para estudiar y trabajar al mismo tiempo es organizar bien tu tiempo, y para ello tendrás que valorar cuánto puedes dedicar a cada actividad.
El primer paso es apuntar las tareas que tienes que hacer, las que te gustaría hacer, las que tienes pendientes, las fechas de exámenes, clases o entregas de trabajos, las citas médicas o los turnos de trabajo.
Después, tendrás que establecer un listado de prioridades para, por último, calcular el tiempo que puedes dedicar a cada actividad.
¿Nuestro consejo extra? Plantea objetivos realistas para evitar sobrecargarte con más cosas de las que podrás abarcar.
2. Aprovecha tu tiempo libre
O lo que es lo mismo: no dejes escapar un minuto.
Por ejemplo, si el trayecto en metro al trabajo dura una hora, si tienes un hueco de media hora entre clase y clase, o si te hacen esperar en el médico, aprovecha estos intervalos para estudiar, poner al día tu agenda, responder mails o, simplemente, hacer algo que te resulte interesante.
¿Nuestro consejo extra? Ponte el despertador 15 minutos antes de lo habitual. Al fin y al cabo, esos minutos apenas repercutirán en tu descanso y te darán un pequeño margen para poner tu casa en orden, tomarte un café tranquilamente o leer las noticias del día.
3. No procrastines
Procrastinar es un verbo que se ha puesto de moda y que hace referencia a esta mala costumbre de postergar las actividades o tareas que sabes que tienes que hacer, y sustituirlas por otras innecesarias o menos importantes.
Seguro que esto te suena: empiezas a estudiar y de repente te has puesto a mirar tus redes sociales en el móvil, o te has ido a la cocina a preparar una comida demasiado elaborada para eludir tus tareas inmediatas.
¿Nuestro consejo extra? Si empiezas una tarea y ves que se te «atraganta» o te lleva mucho más tiempo del planificado, déjala para otro momento e intenta focalizarte en adelantar en otros trabajos. Y, por supuesto, limita el uso del móvil y las redes sociales a lo largo del día.
4. Mejora y actualiza tus técnicas de estudios
Una de las claves para estudiar a la vez que trabajas es aprender más en menos tiempo, y eso implica aplicar métodos de estudio que te resulten más efectivos.
Por ejemplo, conviene tener buenos apuntes y preparar los exámenes con suficiente antelación.
Además, muchos expertos afirman que es más eficiente estudiar distintos aspectos de un mismo tema, antes que enfocarse en uno solo, ya que de esta forma abordaremos las cuestiones desde un enfoque más dinámico y global.
Elegir un horario que encaje contigo, realizar esquemas, recitar temas en voz alta, hacer resúmenes o utilizar mapas conceptuales son otras técnicas de estudio que pueden ayudarte a aprovechar mejor tu tiempo de estudio.
¿Nuestro consejo extra? Abandona el multitasking: por mucho que nos empeñemos en lo contrario, el cerebro no puede efectuar varias tareas a la vez y saltar de una a otra puede hacerte perder el tiempo. Así que aplica la regla del menos es más: invierte menos tiempo, pero con mayor concentración.
5. Dedícate un poco de tiempo cada día
No todo es trabajo y estudio. Si quieres mantener el equilibrio de tu salud física y mental, es fundamental que dediques un poco de tiempo a descansar y que duermas las horas necesarias.
En tu tiempo libre, te recomendamos elegir una actividad que te relaje de verdad (leer, pasear, ver una película, quedar con amigos, etc.).
También te recomendamos hacer ejercicio periódicamente.
¿Nuestro último consejo extra? No dediques tus horas libres a hacer las tareas del hogar. Es mejor que las planifiques para hacerlas durante el fin de semana o en los días libres. Y si es con ayuda de alguien, mucho mejor.
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