Metodología Agile, ¿qué es?
Esta metodología de trabajo se basa en la división de un gran proyecto en pequeñas partes que permitan tanto involucrar al cliente en cada una de estas fases del proyecto como acelerar los plazos de entrega y poder adaptarse rápidamente a cualquier tipo de modificación que el cliente o el propio producto puedan requerir sin que estos alteren por completo el proceso y esto nos garantice que a la hora de entregar el producto final no esté obsoleto, ya que ha sido expuesto a continuas actualizaciones y revisiones durante todo el proceso de elaboración.
Así que si pudiéramos resumir en pocas palabras todos los beneficios de esta forma de trabajo diríamos que no solo es capaz de ahorrar tiempo a la empresa, sino también dinero y ganar eficacia en cada una de sus acciones.
Cómo aplicar Metodología Agile
Como ya hemos dicho, la base de esta metodología es la fragmentación del proyecto en pequeñas partes que serán asignadas a diferentes equipos de trabajo para evitar de esta manera que cualquier tipo de cambio que sea introducido no afecte por completo al proyecto sino a una parte en concreto.
Lógicamente, para que esto siga adelante se requerirá que estos equipos de trabajo sean lo más multidisciplinares, flexibles y efectivos posible, por no hablar de que aunque las tareas se vean fragmentadas, siguen realizando un mismo proyecto, por lo que es esencial que se encuentren en permanente contacto unos con otros y estén al día de los avances que realiza cada uno y los obstáculos a los que han tenido que enfrentarse. Para ello se realizarán reuniones periódicas (tanto de manera diaria como quincenales para ver todo con más profundidad con el cliente) y emplearan herramientas digitales como Trello que les sirvan de apoyo y reflejen a tiempo real cuál es el estado de cada parte del proyecto.
Cuándo usar Metodología Agile
Aunque esta metodología naciera directamente ligada al mundo del software, es perfectamente aplicable a cualquier otro ámbito empresarial, prueba de ello es que podemos comprobar como en la actualidad la utilizan desde empresas dedicadas al marketing como al sector automovilístico o textil.
Así que si requieres de un método de trabajo que pueda verse sujeto a continuos cambios y demandas por parte del cliente o de la situación del mercado, siempre que tu estructura empresarial lo permita, ésta es una gran opción a contemplar.