GLOSARIO

Eye tracking

¿Qué es el eye tracking?

El eye tracking o seguimiento ocular es un proceso en el que se evalúan los movimientos oculares realizados por una persona para averiguar los puntos exactos en los que se fija al mirar una página web, un anuncio o un producto. Para ello, se utilizan dispositivos que detectan y siguen el movimiento del ojo, registrando los puntos de fijación. También se puede hacer este estudio mediante una grabación de la escena.

Tipos de eye tracking

Eye tracking remoto

Utiliza dispositivos independientes ubicados a una distancia del usuario. Estos instrumentos detectan y siguen el movimiento de los ojos. Normalmente es utilizado en investigaciones en las que se quiere obtener alta calidad de información.

Eye tracking a través de gafas

Cosiste en unas gafas especiales equipadas con cámaras y sensores para grabar el entorno, mientras el participante navega libremente en él. Este tipo es ideal para estudios más dinámicos en el mundo real como comportamiento al entrar en una tienda.

Eye tracking de cámara web

Se coloca unas cámaras y sensores en el propio dispositivo, en la pantalla del ordenador. La cámara web es usado para estudios en los se necesita una respuesta es tiempo real.

Áreas donde aplicar eye tracking

  • Investigación de mercado

Es una herramienta muy popular en la investigación de mercados, ya que proporciona información detallada sobre el comportamiento de los consumidores y los procesos de toma de decisiones. Permite analizar cómo los consumidores eligen un producto, destacando qué elementos captaron su atención y cuáles fueron ignorados. Esta tecnología es valiosa para el diseño de publicidad, marcas, productos y su disposición en el punto de venta, ya que ofrece una visión auténtica del comportamiento del consumidor. Además, es útil para medir la efectividad de la publicidad en display, lo que la convierte en una herramienta clave tanto para investigadores de mercado como para anunciantes.

  • Investigación científica

Los científicos han utilizado la tecnología de seguimiento ocular para obtener información valiosa sobre los patrones de aprendizaje y el desarrollo cognitivo, así como para detectar signos de disfunción en pacientes con enfermedades como Alzheimer, Parkinson, esquizofrenia, autismo y depresión. Este método también se emplea para identificar y estudiar dificultades de lectura o aprendizaje, como la dislexia, proporcionando así una herramienta útil tanto para el diagnóstico como para el análisis del comportamiento visual y el estado cognitivo de las personas.